viernes, 29 de marzo de 2024
Biblioteca de Silos. Norberto sentado

Volver un paso atrás Escuchar el texto más menos Enviar por email Imprimir

55. La ropa y el calzado.

No hagan problema por el color o tosquedad.
     1 Dése a los hermanos la ropa de vestir adecuada a las condiciones y clima del lugar en que viven, 2 porque en regiones frías necesitan más ropa y en las cálidas menos. 3 Téngalo en cuenta el abad. 4 En los lugares de clima suave nos parece suficiente para cada monje una cogulla y una túnica 5 (cogulla gruesa en invierno, y fina y gastada en verano), 6 un escapulario para el trabajo, y para calzar los pies calcetines y zapatos. 7 Los monjes no hagan problema por el color y la tosquedad de estas cosas sino que se atengan a lo que se pueda encontrar en la región en que viven y a lo que se pueda comprar más barato. 8 Atienda el abad a la medida de los vestidos para que no resulten pequeños a los que los usan, sino que sean los correspondientes a su talla. 9 Los que reciben ropa nueva devuelvan siempre y al momento la vieja y guárdenla en la ropería para los pobres. 10 Al monje le basta tener dos túnicas y dos cogullas para mudarse por la noche y para lavarlas. 11 El resto es superfluo y se debe suprimir. 12 El calzado y todo lo viejo entréguenlo al recibir lo nuevo. 13 Los que van de viaje reciban calzones de la ropería, y al regresar devuélvanlos lavados. 14 Haya cogullas y túnicas algo mejores que las que usan de ordinario. Las recibirán de la ropería cuando van de viaje y las devolverán al regresar.

Quítese toda excusa de necesidad.
     15 Para el jergón de la cama es suficiente una estera, una manta, una sábana y una almohada. 16 Inspeccione el abad con frecuencia las camas para que nadie esconda en ellas nada privado. 17 Si a alguien se le halla algo que no ha recibido del abad, sométasele a un gravísimo castigo. 18 Para arrancar de raíz este vicio de la propiedad, dé el abad todo lo necesario, 19 es decir cogulla, túnica, calcetines, zapatos, cinturón, cuchillo, estilete, aguja, pañuelo y tablillas para escribir. Así se quitará toda excusa de necesidad. 20 Tenga siempre presente el abad aquel pasaje de los Hechos de los Apóstoles según el cual se distribuía según lo necesitaba cada uno. 21 Por tanto tenga en cuenta el abad la necesidad de los débiles y no la mala voluntad de los envidiosos. 22 Y en todas sus disposiciones piense en la retribución de Dios.


« 54. Recibir cartas u otra cosa. 56. La mesa del abad. »