Nadie se tome la justicia.
1 Evítese en el monasterio que nadie se tome la justicia por su cuenta, 2 y determinamos que a nadie le esté permitido ni excomulgar ni pegar a ninguno de sus hermanos sino aquel a quien dio el abad facultad para ello. 3 A los que cometan una falta se les debe corregir delante de todos para que los demás teman. 4 Los niños menores de quince años estén bajo el cuidado y atenta disciplina de todos, 5 pero con mucha moderación y prudencia. 6 Y quien se tome cualquier libertad contra los de más edad sin autorización del abad, o se propase con los niños, sea sometido a la disciplina regular, 7 porque escrito está: Tratad a los demás como queréis que ellos os traten.
« 69. Nadie se atreva a defender a otro. 71. La obediencia mutua. »